El pasado 8 de septiembre los paisajes del Alto Atlas marroquí fueron duramente golpeados por un seísmo que causó 3.000 muertos y más de 5.500 heridos. En su primera versión, la comisión interministerial responsable del programa de emergencia enumeraba unas 50.000 viviendas total o parcialmente destruidas en las provincias de Al-Haouz y Taroudant, que sumaban el 90% de los muertos y heridos, y un millón de habitantes directamente afectados por los efectos del seísmo.
Desde los primeros momentos, nos hemos movilizado junto a nuestro socio local, la ARD y el apoyo de numerosos donantes anónimos y empresas benefactoras, para contribuir positivamente con los esfuerzos de Marruecos y ayudar a los habitantes de las zonas afectadas.
Gracias a la generosidad de todas y todos, conseguimos reunir más de 50.000 euros a los que, desde la Fundación Othman Ktiri, sumamos una partida adicional de cerca de 40.000 euros para completar nuestro programa de ayuda a corto y medio plazo:
En una primera fase, compramos y suministramos productos de primera necesidad, directamente in situ, bajo la coordinación de la Fundación Mohamed V.
Cabe recordar que nuestro país amigo, tiene previsto llevar a cabo un Plan Nacional de Reconstrucción, a través de la Agencia de Desarrollo del Alto Atlas (Agence de Développement du Haut Atlas) creada expresamente con esta finalidad.
Para no entorpecer este macroproyecto estatal, y seguir facilitando ayuda inmediata y duradera, iniciamos ahora la segunda fase de esta intervención solidaria, con la construcción modular de una decena de casas, dos escuelas y dos salas de uso social en las dos provincias más afectadas, concretamente en los pueblos de Amizmiz y Imoulass.
Es una oportunidad para proporcionar a la gente nuevos espacios de vida en cada población, sólidas, viables y fiables en un plazo corto de tiempo.
En efecto, según nuestros distintos interlocutores, el mejor enfoque para la construcción de viviendas provisionales y hacer frente al duro invierno, es utilizar paneles sándwich, tanto para la edificabilidad como para los revestimientos, las cubiertas y los falsos techos. Este material, constituido por una capa de aislamiento entre dos láminas de material perfilado, ofrece resistencia al fuego, aislamiento térmico e impermeabilidad. Ligero, permite adecuar las edificaciones a las normas con rapidez, como habitaciones, cocinas y aseos.
Con esta iniciativa, buscamos mejorar la vida de las poblaciones afectadas para que vuelvan a recuperar su día a día con la máxima normalidad y decencia posible, a la espera de la puesta en marcha del programa de reconstrucción definitivo en las provincias afectadas por el terremoto.
Cuando las viviendas permanentes estén construidas, las asociaciones locales recuperarán estas construcciones provisionales para redistribuirlas como sedes de las cooperativas de argán, convertirlas en vestuarios para clubes deportivos, aulas escolares o incluso depósitos de mercancías.