Este proyecto, que ha sido posible gracias a los fondos aportados por la Fundación Othman Ktiri, así como a las contribuciones de personas anónimas y empresas, ha contado con la colaboración activa de la Association de Recherche pour le Développement (ARD), la Association Ragraga pour le développement en Amizmiz y las Autoridades Provinciales de Al-Haouz y Taroudant. El coste del programa se sitúa en torno a los 100.000 euros.

Tras esta primera actuación del proyecto en Amizmiz, el Programa inicia ahora la segunda fase en la localidad de Imoulass, provincia de Taroudant, que se prevé que pueda ser una realidad en el mes de marzo.

El principal objetivo de esta iniciativa solidaria es proporcionar a las personas afectadas nuevos espacios de vida sólidos, viables y fiables en un corto período de tiempo.

Cabe recordar que Marruecos, está llevando a cabo un Plan Nacional de Reconstrucción, a través de la Agencia de Desarrollo del Alto Atlas (Agence de Développement du Grand Atlas) creada expresamente con esta finalidad.

Para no interferir con este macroproyecto estatal y seguir las recomendaciones de nuestros interlocutores para brindar ayuda eficaz y rápida, hemos optado por la construcción modular de viviendas provisionales. Esta modalidad se basa en el uso de paneles sándwich para edificar, revestir, cubrir y crear techos. Estos paneles ofrecen resistencia al fuego, aislamiento térmico e impermeabilidad, permitiendo una inmediata adaptación a las normativas de construcción.

Nuestro Presidente, Othman Ktiri, ha querido agradecer sinceramente “la generosidad y el apoyo de todos los donantes anónimos, empresas y colaboradores que han hecho posible que hoy podamos hacer entrega de estas viviendas provisionales a familias afectadas por el terremoto. Desde el primer momento, la Fundación se movilizó para brindar nuestra ayuda a la población afectada y este programa de ayuda a corto y medio plazo es un testimonio de nuestro compromiso con la reconstrucción y el bienestar de estas comunidades”.

Precisamente y una vez que las viviendas permanentes estén construidas, se ha acordado con las asociaciones locales que recuperen estas construcciones provisionales para redistribuirlas como sedes de cooperativas, vestuarios para clubes deportivos, aulas escolares o depósitos de mercancías.

Con esta iniciativa, se busca mejorar la calidad de vida de las poblaciones afectadas, permitiéndoles retomar su día a día con normalidad y dignidad, mientras se espera la ejecución del programa de reconstrucción definitivo en las provincias afectadas por el terremoto.

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En su alocución, el cónsul de Marruecos en Baleares y anfitrión del acto, Abdellah Bidoud, ha recalcado que “Cuando nos unimos, somos capaces de construir un futuro resiliente. Vuestra bondad desinteresada ha dejado una huella imborrable en la historia de esta región”.

Por su parte, nuestro presidente, Othman Ktiri  en su intervención ha resaltado “la movilización de nuestra Fundación desde el minuto uno, en un principio, con una campaña de recaudación de fondos seguida ahora por la inminente instalación de una decena de viviendas, dos centros sociales así como dos escuelas en las poblaciones de Amizmiz e Imoulass” y ha agradecido “a las autoridades de Baleares por sus muestras de apoyo así como la generosidad de todas las personas, medios de comunicación y empresas que han manifestado su solidaridad con sus donaciones para las víctimas”.

Entre los invitados a este acto, han acudido la Consellera de Presidencia, Antònia Estarellas; el alcalde de Palma, Jaime Martínez, y el regidor de Seguridad Ciudadana y Civismo del Ayuntamiento de Palma, Miguel Busquets, acompañados por representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

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Desde los primeros momentos, nos hemos movilizado junto a nuestro socio local, la ARD y el apoyo de numerosos donantes anónimos y empresas benefactoras, para contribuir positivamente con los esfuerzos de Marruecos y ayudar a los habitantes de las zonas afectadas.

Gracias a la generosidad de todas y todos, conseguimos reunir más de 50.000 euros a los que, desde la Fundación Othman Ktiri, sumamos una partida adicional de cerca de 40.000 euros para completar nuestro programa de ayuda a corto y medio plazo:

En una primera fase, compramos y suministramos productos de primera necesidad, directamente in situ, bajo la coordinación de la Fundación Mohamed V.

Cabe recordar que nuestro país amigo, tiene previsto llevar a cabo un Plan Nacional de Reconstrucción, a través de la Agencia de Desarrollo del Alto Atlas (Agence de Développement du Haut Atlas) creada expresamente con esta finalidad.

Para no entorpecer este macroproyecto estatal, y seguir facilitando ayuda inmediata y duradera, iniciamos ahora la segunda fase de esta intervención solidaria, con la construcción modular de una decena de casas, dos escuelas y dos salas de uso social en las dos provincias más afectadas, concretamente en los pueblos de Amizmiz y Imoulass.

Es una oportunidad para proporcionar a la gente nuevos espacios de vida en cada población, sólidas, viables y fiables en un plazo corto de tiempo.

En efecto, según nuestros distintos interlocutores, el mejor enfoque para la construcción de viviendas provisionales y hacer frente al duro invierno, es utilizar paneles sándwich, tanto para la edificabilidad como para los revestimientos, las cubiertas y los falsos techos. Este material, constituido por una capa de aislamiento entre dos láminas de material perfilado, ofrece resistencia al fuego, aislamiento térmico e impermeabilidad. Ligero, permite adecuar las edificaciones a las normas con rapidez, como habitaciones, cocinas y aseos.

Con esta iniciativa, buscamos mejorar la vida de las poblaciones afectadas para que vuelvan a recuperar su día a día con la máxima normalidad y decencia posible, a la espera de la puesta en marcha del programa de reconstrucción definitivo en las provincias afectadas por el terremoto.

Cuando las viviendas permanentes estén construidas, las asociaciones locales recuperarán estas construcciones provisionales para redistribuirlas como sedes de las cooperativas de argán, convertirlas en vestuarios para clubes deportivos, aulas escolares o incluso depósitos de mercancías.

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